sábado, 10 de febrero de 2007

De entre todo lo que suena; de entre todo lo que moja; de entre todo lo que pierdes... Tan sólo el ruido lo tapa.
Desquiciados buscaron una sonrisa dando vueltas en la cama, entre las sábanas, preguntándose dónde quedó su olor. El sentimiento de pertenecer a su mitad, todo roto, lo que giraba ya no gira y las mitades ya no encajan.
Un día cambiaron la cerradura para que la llave no pudiese abrir, y así terminó todo.
Dos copas rotas ya vacías de champán.
Los desayunos con diamantes habían terminado...
Ahora tocarían cereales, como todo el mundo

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